La Sangre del Pacto
Luke 22 (20) Asimismo también la copa, después que hubo cenado,
diciendo: Esta copa es el nuevo testamento en mi sangre, que por vosotros se
derrama.
El Nuevo Pacto (la palabra) en hebrero es femenina
no es renovar
(tiene un hireq bajo del het
Lev 17 (11) Porque la vida de la carne en la sangre está:
y yo os la he dado para expiar vuestras personas sobre el altar: por lo cual
la misma sangre expiará la persona.
Exodo 24 (1) Y DIJO á Moisés: Sube á Jehová, tú, y Aarón,
Nadab, y Abiú, y setenta de
los ancianos de Israel; y os inclinaréis desde lejos.
(2) Mas Moisés sólo se llegará á Jehová; y ellos no se
lleguen cerca, ni suba con él el
pueblo.
(3) Y Moisés vino y contó al pueblo todas las palabras de
Jehová, y todos los derechos: y
todo el pueblo respondió á una voz, y dijeron: Ejecutaremos
todas las palabras que
Jehová ha dicho.
(4) Y Moisés escribió todas las palabras de Jehová, y levantándose
de mañana edificó un
altar al pie del monte, y doce columnas, según las doce tribus
de Israel.
(5) Y envió á los mancebos de los hijos de Israel, los cuales
ofrecieron holocaustos y
sacrificaron pacíficos á Jehová, becerros.
(6) Y Moisés tomó la mitad de la sangre, y púsola en tazones,
y esparció la otra mitad de la sangre sobre el altar.
(7) Y tomó el libro de la alianza, y leyó á oídos del pueblo,
el cual dijo: Haremos todas
las cosas que Jehová ha dicho, y obedeceremos.
(8) Entonces Moisés tomó la sangre, y
roció sobre el pueblo, y dijo: He aquí la sangre de la alianza
que Jehová ha hecho con
vosotros sobre todas estas cosas.
(9) Y subieron Moisés y Aarón, Nadab y Abiú, y setenta de
los ancianos de Israel;
(10) Y vieron al Dios de Israel; y había debajo de sus pies
como un embaldosado de
zafiro, semejante al cielo cuando está sereno. (11) Mas no
extendió su mano sobre los
príncipes de los hijos de Israel: y vieron á Dios, y comieron
y bebieron.
(12) Entonces Jehová dijo á Moisés: Sube á mí al monte,
y espera allá, y te daré tablas de
piedra, y la ley, y mandamientos que he escrito para enseñarlos.
(13) Y levantóse Moisés,
y Josué su ministro; y Moisés subió al monte de Dios. (14)
Y dijo á los ancianos:
Esperadnos aquí hasta que volvamos á vosotros: y he aquí
Aarón y Hur están con
vosotros: el que tuviere negocios, lléguese á ellos. (15)
Entonces Moisés subió al monte,
y una nube cubrió el monte. (16) Y la gloria de Jehová reposó
sobre el monte Sinaí, y la
nube lo cubrió por seis días: y al séptimo día llamó á
Moisés de en medio de la nube. (17)
Y el parecer de la gloria de Jehová era como un fuego abrasador
en la cumbre del monte,
á los ojos de los hijos de Israel. (18) Y entró Moisés en
medio de la nube, y subió al
monte: y estuvo Moisés en el monte cuarenta días y cuarenta
noches.
Heb 10 (26) Porque si pecáremos voluntariamente después de
haber recibido el
conocimiento de la verdad, ya no queda sacrificio por el pecado,
(27) Sino una horrenda esperanza de juicio, y hervor de fuego
que ha de devorar á los
adversarios.
(28) El que menospreciare la ley de Moisés, por el testimonio
de dos ó de tres testigos
muere sin ninguna misericordia:
(29) ¿Cuánto pensáis que será más digno de mayor castigo,
el que hollare al Hijo de Dios,
y tuviere por inmunda la sangre del testamento, en la cual
fué santificado, é hiciere
afrenta al Espíritu de gracia?
Jer 31 (31) He aquí que vienen días, dice Jehová, en los
cuales haré nuevo pacto con la
casa de Jacob y la casa de Judá:
(32) No como el pacto que hice con sus padres el día que tomé
su mano para sacarlos de
tierra de Egipto; porque ellos invalidaron mi pacto, bien que
fuí yo un marido para ellos, dice Jehová:
(33) Mas éste es el pacto que haré con la casa de Israel
después de aquellos días, dice
Jehová: Daré mi ley en sus entrañas, y escribiréla en sus
corazones; y seré yo á ellos por Dios, y ellos me serán por pueblo.
(34) Y no enseñará más ninguno á su prójimo, ni ninguno
á su hermano, diciendo:
Conoce á Jehová: porque todos me conocerán, desde el más
pequeño de ellos hasta el
más grande, dice Jehová: porque perdonaré la maldad de ellos,
y no me acordaré más de su pecado.
Heb 8 (1) ASI que, la suma acerca de lo dicho es: Tenemos tal
pontífice que se asentó á
la diestra del trono de la Majestad en los cielos;
(2) Ministro del santuario, y de aquel verdadero tabernáculo
que el Señor asentó, y no
hombre.
(3) Porque todo pontífice es puesto para ofrecer presentes
y sacrificios; por lo cual es
necesario que también éste tuviese algo que ofrecer.
(4) Así que,
si estuviese sobre la tierra, ni aun sería sacerdote, habiendo aún los
sacerdotes que ofrecen los presentes según la ley;
(5) Los cuales sirven de bosquejo y sombre de las cosas celestiales,
como fué respondido
á Moisés cuando había de acabar el tabernáculo: Mira, dice,
haz todas las cosas conforme
al dechado que te ha sido mostrado en el monte.
(6) Mas ahora tanto mejor ministerio es el suyo, cuanto es
mediador de un mejor pacto,
el cual ha sido formado sobre mejores promesas.
(7) Porque si aquel primero fuera sin falta, cierto no se
hubiera procurado lugar de
segundo.
(8) Porque reprendiéndolos dice: He aquí vienen días, dice
el Señor, Y consumaré para
con la casa de Israel y para con la casa de Judá un nuevo
pacto;
(9) No como el pacto que hice con sus padres El día que los
tomé por la mano para
sacarlos de la tierra de Egipto: Porque ellos no permanecieron
en mi pacto, Y yo los
menosprecié, dice el Señor.
(10) Por lo cual, este es el pacto que ordenaré á la casa
de Israel Después de aquellos
días, dice el Señor: Daré mis leyes en el alma de ellos,
Y sobre el corazón de ellos las
escribiré; Y seré á ellos por Dios, Y ellos me serán á
mí por pueblo:
(11) Y ninguno eneseñará á su prójimo, Ni ninguno á su
hermano, diciendo: Conoce al Señor: Porque todos me conocerán, Desde el menor
de ellos hasta el mayor.
(12) Porque seré propicio á sus injusticias, Y de sus pecados
y de sus iniquidades no me acordaré más.
(13) Diciendo, Nuevo pacto, dió por viejo al primero; y lo
que es dado por viejo y se envejece, cerca está de desvanecerse.
Heb 9 (1) TENIA empero también el primer pacto reglamentos
del culto, y santuario mundano.
(2) Porque el tabernáculo fué hecho: el primero, en que
estaban las lámparas, y la mesa, y los panes de la proposición; lo que llaman
el Santuario.
(3) Tras el segundo velo estaba el tabernáculo, que llaman
el Lugar Santísimo;
(4) El cual tenía un incensario de oro, y el arca del pacto
cubierta de todas partes alrededor de oro; en la que estaba una urna de oro
que contenía el maná, y la vara de Aarón que reverdeció, y las tablas del
pacto;
(5) Y sobre ella los querubines de gloria que cubrían el
propiciatorio; de las cuales cosas no se puede ahora hablar en particular.
(6) Y estas cosas así ordenadas, en el primer tabernáculo
siempre entraban los sacerdotes para hacer los oficios del culto;
(7) Mas en el segundo, sólo el pontífice una vez en el año,
no sin sangre, la cual ofrece por sí mismo, y por los pecados de ignorancia
del pueblo:
(8) Dando en esto á entender el Espíritu Santo, que aun
no estaba descubierto el camino para el santuario, entre tanto que el primer
tabernáculo estuviese en pie.
(9) Lo cual era figura de aquel tiempo presente, en el cual
se ofrecían presentes y sacrificios que no podían hacer perfecto, cuanto
á la conciencia, al que servía con ellos;
(10) Consistiendo sólo en viandas y en bebidas, y en diversos
lavamientos, y ordenanzas acerca de la carne, impuestas hasta el tiempo de
la corrección.
(11) Mas estando ya presente Cristo, pontífice de los bienes
que habían de venir, por el más amplio y más perfecto tabernáculo, no hecho
de manos, es á saber, no de esta creación;
(12) Y no por sangre de machos cabríos ni de becerros, mas
por su propia sangre, entró una sola vez en el santuario, habiendo obtenido
eterna redención.
(13) Porque si la sangre de los toros y de los machos cabríos,
y la ceniza de la becerra, rociada á los inmundos, santifica para la purificación
de la carne,
(14) ¿Cuánto más la sangre de Cristo, el cual por el Espíritu
eterno se ofreció á sí mismo sin mancha á Dios, limpiará vuestras conciencias
de las obras de muerte para que sirváis al Dios vivo?
(15) Así que, por eso es mediador del nuevo testamento, para
que interviniendo muerte para la remisión de las rebeliones que había bajo
del primer testamento, los que son llamados reciban la promesa de la herencia
eterna.
(16) Porque donde hay testamento, necesario es que intervenga
muerte del testador.
(17) Porque el testamento con la muerte es confirmado; de
otra manera no es válido entre tanto que el testador vive.
(18) De donde vino que ni aun el primero fué consagrado sin
sangre.
(19) Porque habiendo leído Moisés todos los mandamientos
de la ley á todo el pueblo, tomando la sangre de los becerros y de los machos
cabríos, con agua, y lana de grana, é hisopo, roció al mismo libro, y también
á todo el pueblo,
(20) Diciendo: Esta es la sangre del testamento que Dios os
ha mandado.
(21) Y además de esto roció también con la sangre el tabernáculo
y todos los vasos del ministerio.
(22) Y casi todo es purificado según la ley con sangre; y
sin derramamiento de sangre no se hace remisión.
(23) Fué, pues, necesario que las figuras de las cosas celestiales
fuesen purificadas con estas cosas; empero las mismas cosas celestiales con
mejores sacrificios que éstos.
(24) Porque no entró Cristo en el santuario hecho de mano,
figura del verdadero, sino en el mismo cielo para presentarse ahora por nosotros
en la presencia de Dios.
(25) Y no para ofrecerse muchas veces á sí mismo, como entra
el pontífice en el santuario cada año con sangre ajena;
(26) De otra manera fuera necesario que hubiera padecido muchas
veces desde el principio del mundo: mas ahora una vez en la consumación de
los siglos, para deshacimiento del pecado se presentó por el sacrificio de
sí mismo.
(27) Y de la manera que está establecido á los hombres que
mueran una vez, y después el juicio;
(28) Así también Cristo fué ofrecido una vez para agotar
los pecados de muchos; y la segunda vez, sin pecado, será visto de los que
le esperan para salud.
Heb 12 (24) Y á Jesús el Mediador del
nuevo testamento, y á la sangre del esparcimiento que habla mejor que la de
Abel.
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